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yhoalibeth

cuentos para reflexionar

Un dia de alguien


Otro día había llegado: el cielo estaba cubierto por nubes y llovía a cantaros pero lo que importa es que es otro día más para algunos solo eso,… un día más,… para mi un día nuevo sin escribir todavía en el diario de cada noche, un día lleno de tiempo pero ¿Qué era el tiempo? Muchas veces me lo preguntaba al levantarme y por mucho que pensaba no lo definía quizás porque es una palabra que no se puede definir pero debe ser muy valioso. Con esta reflexión me levanto todos los días pero hoy es un día especial: es único. Desayuno, me visto y voy a trabajar. Cojo el bus y después el metro,…. La gente callada, bostezando,… dejando pasar los días y dejando pasar el camino de largo sin pensar en que cada instante puede ser decisivo en nuestra vida. Bajo del metro y salgo a la calle. La gente ¡soy un ser en medio de millones, soy una persona , una hormiga en una playa ¡! Pero soy una eso no lo olvido ¡cada uno somos uno. Pero la gente va deprisa de un lado a otro sin parar, empujando, corriendo,… al fin llego al trabajo. Un trabajo de reponedora en un supermercado. Voy poniendo los alimentos y demás en las estanterías mientras la gente compra y mientras yo me pregunto quién es el que dice como han de ponerse las cosas, por que están colocadas así o quien es el que se invento esto de un supermercado. El caso que así paso las 8 horas de trabajo hasta que a las 3 llego a mi casa y me preparo la comida. Igual que casi todo el mundo de esta ciudad pero no como casi todo el mundo. Yo tengo un plato con carne y pescado me lo como sin más y los restos los tiro sin pensar ¡joder ¡!con lo que me rallo con todo y tiro la comida a la basura! Esto pienso pero ya esta hecho. Duermo la siesta, busco así evadirme de esta vida terrenal, quiero dejar de pensar pero no puedo, quiero distraerme no puedo ¡! Me levanto de dormir y voy a trabajar de nuevo, ahora a un puesto de castañas. Allí veo pasar la tarde, veo pasar la gente igual que por la mañana, la gente pasa sin más, pasa por la vida pero sin dejar camino. Solo se acerca un niño que me pide una bolsa de castañas se la doy y sonrío y él sonríe. ¡Hay vida, hay gente que sonríe! Y así pasa el resto de la tarde y luego vuelvo a casa, me ducho y ceno. Tras la cena miro por la ventana antes de irme a la cama. Me voy a la cama y vuelvo a pensar ¡dios! ¡ ya basta no quiero pensar! pero todo viene sobre mi y pienso. Hoy ha sido como ayer y será como mañana… o no… me pregunto quien se acordara de mí. Seguramente nadie o solo ese niño sonriente que me echará de menos si no voy a vender castañas. Un niño!! Una esperanza! La gente va perdida pero siempre tengo la esperanza que hay gente como yo que piensa, que escribe,… no se si es una ilusión o una realidad pero espero que quien lo lea por lo menos se acuerde de mi,…. Una persona entre cientos pero a la vez una persona única